SOBRE MI
A todo artista le gusta pensar que en el conjunto de su obra se entrevén toda una serie de valores, condicionados por las referencias, observaciones, pensamientos e interrelaciones que conforman todo un universo particular y, a la vez, universal.Siempre han captado mi interés aquellos creadores (escritores, artistas plásticos, directores de cine...) en que se puede coger su intencionalidad como tales viendo la totalidad de su obra, aconteciendo todo un placer personal el hecho de poder realizar el seguimiento de su work in progress.
Podría diseccionar mi trabajo con la intención de encontrar unas constantes y un hilo argumental que ligara todas las propuestas, las unas con las otras. Hay que destacar, pero, que con el paso del tiempo, despacio, se van añadiendo nuevos intereses que también se relacionan con los anteriores, cosa que puede provocar cambios en su perspectiva o en su punto de gravedad. No estoy hablando de un proceso de crecimiento en vertical, más bien se trata de una red que se expande horizontalmente y que muy lentamente se va configurando. Creo que es inseparable del desarrollo como persona, de la propia evolución, del yo que está constantemente en construcción.
Hay toda una serie de temas que aparecen a menudo en mis trabajos, quizás el agua sería el que tenemos que destacar por encima de los otros, y de él se derivan la purificación, el silencio, el recuerdo, la fragilidad y la obsesión.
A pesar de que en los trabajos, dada mi formación escultórica, tienen una importante presencia física el objeto y los materiales (vidrio, acero inoxidable, hierro, resinas, alabastro...), también utilizo proyecciones de imágenes, duratrans, elementos sonoros y, sobre todo, la luz. Al proyectar el montaje, siempre tengo muy presente qué es la primera imagen que el espectador verá de la exposición, qué itinerario elegirá para moverse por el espacio, como se interrelacionará con la obra: la Mirilla al Museo de Arte Contemporáneo de Tarragona o la distribución ordenada milimétricamente del Toque al Centro de Arte de Hace falta Massó de Reus.
Además de la primera imagen y del recorrido, también considero imprescindible contar con el impacto que la instalación como conjunto pueda producir sobre el público, de forma que transformando su visión de objetos cotidianos pueda enriquecerse y, de alguna manera, transformarse.
Todas mis propuestas han sido pensadas para un espacio específico, de forma que la gran mayoría a veces la singularidad de este espacio ha acabado de configurar la obra. Es impensable, por ejemplo, la instalación Vengo de vivir desatada del convento de los Caputxins de Figueres, o la Luz, agua y baño delTint de Banyoles, cuando menos, de una manera absolutamente igual y fiel a cómo fueron concebidas en y para estos espacios.
En la última propuesta ofrecida, TOC, se ha abierto una nueva vía de trabajo colaborativo con afectados de este transtorno. El hecho de situar mi aparente individualidad hacia otras con los que tengo algo en común me aporta la posibilidad de un relato más complejo de todo aquello que me interesa, siendo este el momento creativo que actualmente estoy pasando.